En la agricultura, existen dos tipos principales de producción: el autoabastecimiento, donde el principal objetivo es garantizar el consumo interno, y el cultivo comercial, donde los productores cultivan para la venta. Ganarse la vida en este negocio significa tener una vida más cercana a la naturaleza, sin la rutina de la gran ciudad.
Como en cualquier negocio, la planificación, el control, la inversión y el propósito son esenciales. ¡Siga leyendo y vea 5 consejos para una plantación comercial exitosa!
1 – ¡Planifica siempre! ¡Planea mucho!
Es cierto que el clima y otros factores externos, como las plagas, pueden afectar negativamente la productividad. Este, sin embargo, es un riesgo específico de la agricultura, ya que existen muchos otros riesgos en otras empresas. Para hacer frente a esto, la planificación para invertir en tecnologías y reducir las pérdidas con eventos imprevistos es el mejor camino a seguir.
Naturalmente, todo requiere una inversión inicial y, a partir de eso, es necesario proyectar qué se necesita para producir bien, quién comprará los bienes y cuánto se espera obtener. Los insumos, la mano de obra, el transporte, el almacenamiento y la comercialización son costos y necesidades que surgirán naturalmente y es necesario dimensionarlos.
2 – Cuida la calidad de la tierra en la que siembras
Arar, nutrir y analizar la tierra en el laboratorio son recomendaciones básicas para mantener una buena productividad y evitar invasores no deseados. Sin embargo, tan importante como cuidar tu espacio de producción es comprobar si es bueno para plantar lo que quieres. ¡Hay cultivos para todo tipo de suelo! Lo que no puedes hacer es elegir uno que sea incompatible con lo que tienes disponible.
Otra precaución es la rotación de cultivos. Es necesario tener en cuenta que la agricultura es un proceso que hace que las plantas extraigan del suelo los nutrientes que necesitan para desarrollarse. Si solo planta una sola especie o cultivares que tengan características similares, con el tiempo el suelo puede agotarse.
3 – Observa el mercado y elige con cuidado lo que vas a plantar
En las etapas anteriores (planificación y análisis de suelos) ya se debe considerar una de las definiciones más importantes de todo este trabajo: qué cultivo (o cuáles) se debe elegir para la siembra comercial. Para ayudar, la forma más efectiva es analizar el mercado.
Pero no basta con entender lo que se demanda. Es necesario cruzar esta información con las condiciones climáticas de la región y las características del suelo de su propiedad. ¡Pensar solo en lo que están pidiendo sin evaluar las condiciones para producir un determinado cultivo puede traer un riesgo innecesario para el retorno de sus inversiones!
4 – Construir alianzas estratégicas
Existen dos formas posibles de asociación: con revendedores de sus productos (supermercados, recintos feriales, restaurantes, cafeterías, fruterías, etc.) o con otras cooperativas de productores.
En el primer caso, garantizas un rango fijo de clientes a los que venderás. Así, se sabe cuánto producir ya quién se venderá. Es una inversión segura con cierto grado de previsibilidad sobre el retorno.
En el segundo, usted garantiza la venta, incluso sin haber formado esta sociedad directa. Con una cooperativa, dependiendo de la organización y el tamaño, su producto puede tener un destino determinado e incluso existe la posibilidad de obtener ingresos por exportaciones.
5 – Invierte en tecnología
Cuando hablamos de inversión en tecnología, no nos referimos únicamente a dispositivos electrónicos para el control de la producción y los inventarios, así como las finanzas y las obligaciones legales y fiscales. La tecnología, de hecho, implica todo lo necesario para facilitar su trabajo y garantizar una mayor productividad.
Por lo tanto, la maquinaria que utiliza e incluso los insumos utilizados en la agricultura, como pesticidas y fertilizantes, son tecnologías, ya que interfieren directamente con sus resultados.
Y por supuesto, un equipo indispensable en la calidad y optimización de su producción, son las máquinas procesadoras Barana que realizan la limpieza y clasificación de diferentes tipos de alimentos siguiendo los estándares de exigencia definidos.
Si está planeando comenzar la siembra comercial, cuente con Barana para ayudarlo con la productividad de su producción y la calidad de su producto final.